Muchos dicen que el amor y la tristeza van de la mano, pero es mejor amar, que haber sufrido en vano. Él le devuelve las ganas de vivir, mientras que ella se las quita. Esta historia ya ha sido contada, aunque vale la pena, que vuelva a ser escuchada. Su relación es meramente jurídica, como el deudor y el acreedor, que son figuras opuestas, pero no puede existir una sin la otra.