"Apreciado señor Hugo Permítame saludarle. Anticipo su sorpresa al recibir la presente carta; la misma es para hacer de su conocimiento del repentino fallecimiento de su abuelo Don Baltasar Gidea. Me es lamentable ser el portador de tan mala noticia, mas no he tenido otra opción. Le doy mi más sentido pésame, recordándole que cuenta con mi apoyo absoluto para que pueda superar dicha perdida. Me es también obligatorio informarle que fui un gran amigo de su abuelo, quien antes de morir me encomendó su última voluntad; dejando además, bajo mi cargo, su testamento, el cual consta de considerables bienes territoriales y capital efectivo. La última voluntad de su abuelo es que se lea el testamento en el castillo donde pasó sus últimos días de vida postrado en una cama, dicho testamento pidió ser leído en presencia de toda la familia, por tal razón le pido que asista a finales de este mes al puerto de Veracruz, tendrá una reservación en la posada El Ducado; allí se dará una mayor información sobre cómo se hará la lectura del testamento. Participé personalmente tan funesta noticia a sus demás familiares, por lo cual no tendrá que preocuparse en informarles. Ya todos han confirmado su asistencia, sería muy placentero que hiciera lo mismo. Sin más sobre qué referirme se despide de usted Don Gustav, abogado y amigo de la familia. Reciba nuevamente mí más sentido pésame"