El Bello Y Las Bestias

Mi vida es tranquila, solitaria y aislada como la de un ermitaño.
Alguien con mi apariencia no puede ir mostrándose por ahí como si nada.
Mi nombre es Ángel pero tengo cara de monstruo.
La esperanza de tener amigos fue desapareciendo con el pasar del tiempo, y por tanto, la posibilidad de gustarle a una chica estaba más que descartada... hasta que el destino y un celular perdido, hicieron que mi camino se cruzara con el de Samantha. Una sonrisa radiante y unos hermosos ojos verdes pusieron mi mundo de cabeza.
El amor es maravilloso, en especial para alguien rechazado y deforme como yo, pero amar requiere confiar y confiar es saltar al vacío, esperando no hacerte pedazos al caer.

Todos saben que nadie puede enamorarse de un monstruo.