Fuego, amor, pasión y guerra. Es lo único que suena en las cabezas de mis hermanas y la mía.
"Enemigos, enemigos y más enemigos", "Cada acción siempre tiene su consecuencia, no lo olviden". Es lo que siempre repite papá, por esta razón mi familia está completamente entrenada para cualquier tipo de situación. Es una lástima que las sorpresas existan y nos arruinen completamente los planes. Aunque pensándolo bien no lo llamaría una "lástima".
Pero ¿Qué puedo decir? A veces en las guerras nuestros enemigos nos dan maravillosas sorpresas; el ser humano es débil. Un claro ejemplo de este es cuando ves un pedazo de carne en la mesa, provoca asaltarlo sin ninguna duda. Eso fue exactamente lo que hice yo y dirás "¿Qué es lo peor de esto?" Bueno, la respuesta es: no me arrepiento de nada.