Debe ser horrible el amor ¿no?
Y más cuando es un amor del malo y te dejan botado y embarazado. Te conviertes en la desgracia de la familia y la única manera de arreglar la situación es decir sí.
¿Que a que me refiero con esto? Bueno...
-Katsuki Bakugo, ¿Aceptas a este hombre como tu esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la muerte los separe? - preguntó el juez, un anciano de cabellos blancos y arrugas en la cara, que le veía como si fuese un gran error que estuviera allí. Después de todo, ese hombre hubiera preferido que Izuku se casara con Ochako, una aprendis de la casa parroquial.
Dirigió su mirada al hombre con el que se casaría y dudo de la respuesta, ¿aún tenía tiempo para arrepentirse y huir, no?. El peli verde le correspondio la mirada y leyó en sus ojos un desesperado, "Katsuki, ¡sólo di sí y acabemos con todo!"
Sonrió chiquito, ¿que podía salir mal si decía que sí?
Miró al juez, y con nervios y ganas de vomitar dijo: -Sí
-¿Sí?
-Sí acepto - dijo, esta vez más convencido de su respuesta, vio a Deku suspira junto a los invitados y tuvo que reprimir una buena carcajada.
¿Que podía salir mal?