Aquel día lluvioso ella habría olvidado su paraguas. Mientras maldecía internamente por su descuido, una voz desconocida la sacó de sus pensamientos.
"¡Hey, niña!"
Con desconfianza ella volteó para ver quien le hablaba.
Todo era normal, todo estaba en el lugar donde debía estar y la vida seguía su curso, fluía de una manera natural, pero Alis no podía evitar sentir que algo faltaba, que algo no encajaba exactamente en su rutina diaria pero mientras trataba de llenar el vacío inexplicaba que sentía dentro de ella, nunca hubiera creído que algo tan sigilosamente peligroso podía estar acechandola, algo que realmente no era tan desconocido para ella...