Era pequeña y traviesa. Ahí estaba yo, correteando por el parque. Hasta que él aparecio. ¿Tendrá unos años más que yo? ¿Por qué se ve triste? Tambien era muy curiosa, por lo que me senté a su lado en el columpio. -Hola. De un simple saludo, pasamos a una gran amistad, que duró años, hasta que él se fue y me dejó sola en el columpio que alguna vez nos perteneció a ambos. Y no importaba cuántos años pasaran, yo solo quería quedarme ahí para columpiarme en su recuerdo. . .. ... •Cuento.Všechna práva vyhrazena
1 část