A veces no nos dan opciones, tenemos que salir, buscar, luchar y aprender a vivir... Aunque tengamos miedo, aunque nos duela el alma. A veces simplemente no hay opciones. De repente la vida te cambia de rumbo. Te hace correr más duro, ser más fuerte, vivir con más intensidad. De repente todo da un giro, te voltean las preguntas y te tienes que abrazar a la fe. En el pueblo Northbrook, el que siempre fue pintado como un pueblo en calma, comienza a volverse, más bien, un infierno. Con las desapariciones, que de alguna u otra manera, recaían en manos de la familia Berrycloth. ¿Eran ellos los culpables de todo aquel desastre?