Dicen que el dinero puede hacer la felicidad, el que lo dijo probablemente no ha vivido toda su vida rodeado de riqueza. La verdad es que el dinero es el impedimento para las emociones, nacer en cuna de oro significa estrechez de corazón, ambición, envidia, timidez, orgullo, todos defectos muy comunes entre este tipo de gente. Cenas glamorosas, vestidos costosos, joyas exclusivas, autos de último modelo, viajes todo el año, esa es la parte A de la vida de un rico y famoso. La parte B es de la que nadie quiere hablar, de la que nadie se quiere enterar porque es muy aburrida, porque de exitosa no tiene nada, porque tener 16 años y vivir prácticamente solo en tu casa no tiene nada de exclusivo.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.