Elizabeth Torres tiene dieciocho años y en lo poco que ha vivido, la ha pasado bastante mal. Ante esto creó una actitud defensiva hacia el mundo, para ocultar lo rota que está por dentro. El verano antes de su último año de colegio, estuvo internada en un hospital en las afueras de su pueblo, a raíz de sus adicciones y trastorno alimenticio. Volver solo es signo de problemas y de tres palabras que repudia: enfrentar su pasado. En ese enfrentamiento tiene que lidiar, no solo con sus adicciones que permanecen latentes, sino con la separación de sus padres, un secreto familiar (que está dispuesta a descubrir), traumas sin resolver, un viejo amor del pasado y uno nuevo que llega a romperle los esquemas. Enfrentar sus miedos cara a cara e intentar sobrevivir, es el propósito de su nueva vida; mientras que en el camino no se sobrepasen los cinco cigarrillos por día. ⚠️ ATENCIÓN: Esta historia habla de temas delicados. Se habla de adicciones, problemas intrafamiliares, problemas psicológicos, y abusos. Lea con responsabilidad y si es sensible a este tipo de asuntos absténgase de hacerlo. Muchas gracias.