Solté lentamente el pomo de la puerta y comencé a alejarme, me dirigía a mi habitación pasando por el extenso pasillo del monasterio. Cada paso era un gemido diferente, una mujer gritando, algún que otro grillete sonando. Siempre había atrapado a todas mis presas, y sin duda era la mejor, pero quién diría que estás monjas fueran a aprender lo básico tan rápido, y que mi única presa que tenía en este lugar y momento, se me enmarcaba cada vez más lejos.
-No.......
Susurraba
-no no no
Cuando me di cuenta ya estaba corriendo por los pasillos mientras sujetaba mi vestido
-¿Que he hecho?
Llegué a mi habitación y me encerré en la misma, el arrepentimiento me carcomía por dentro, era mi culpa, yo fui quién les enseño a sentirse bien entre ellas, pero ya ni siquiera puedo hacerlo conmigo misma y nunca pensé... Que esto pudiera ser así
** (. . .) **
-Ya no lo aguanto..... No puedo.... Debo buscar.... Eso que me llene....
Miraba a los diferentes juguetes sexuales que habían sobre la mesa de mi habitación, y la ropa que había dejado sobre la cama con un velo algo suave
-Tal vez.... El padre tenga razón..... Y no exista mi perdón.... O tal vez simplemente mi perdón estaba en mi cuerpo disfrutando de puro sexo...
Estaba desnuda parada frente a la cama, la puerta de la habitación entre abierta, y miraba a las piezas de ropa sobre el colchón
-Tal vez.....
El diario de Lady Fox, una chica con gustos extraños y una curiosa obsesión por el sexo que nos cuenta su historia luego de descubrir que era ninfómana. Nos relata el como intenta ser alguien que no es y someterse a cambios a la fuerza para ser como las demás mujeres, pero luego de conocer a cuatro chicos, estos le hacen que lo único que necesita, y donde se encuentra su verdadera felicidad, es en ser ella misma.