Natalan no tenía otra opción, era aceptar ser el novio de Roier, o dejar que sus amigos murieran. El tiempo pasó y esa relación no cambiaba de ser tóxica, donde Roier manipulaba a Natalan para que nunca lo dejara. Ahora Alan no era más que un muerto viviente, autorizando a Sebastián a que haga todo lo que quisiera con él. Todo. Roier estaba felizmente casado con el amor de su vida. Natalan estaba " secuestrado " por su peor pesadilla.
1 part