A veces, las palabras tenían un poder más grande de lo imaginado. Esto lo descubriría Harry Potter, quién ahora estaba deprimido por la muerte de Cedric y el regreso de Voldemort. Tal vez las palabras podrían ayudarlo a sanar. Sólo necesitaba la ayuda de alguien especial; una muchacha rubia con una visión muy particular sobre la vida. O Esta la historia de como cada día, Luna Lovegood dejaba ir sus dibujos desde la torre de Astronomía, esperando compartir su arte con el viento. Y cada día, Harry Potter, deprimido por la muerte de Cedric y el regreso de Voldemort, los recibía.