Hay veces en las que piensas que lo tienes todo, que no hay vacíos por llenar, que todo lo que tienes es suficiente, pero eso es mentirse a uno mismo. Realmente nunca podremos llegar a tener todo eso que queremos. Porque querer más es sinónimo de avaricia, de ser humano. La verdad es que querer ser mejor que otros, no significa ser competitivo, es ser uno mismo; querer cumplir con todo lo que haces en tiempo y forma no te hace aburrido, te hace responsable. Pero para este punto de nuestras vidas, ya estamos demasiado ciegos como para verlo, porque la sociedad nos ha planteado expectativas, ideas y pensamientos que son erróneos. Nos han hecho creer que nuestros errores son más grandes que el del resto mientras la realidad, es que hay que aprender a aceptar nuestras fallas y aprender de los errores. Esto ya nos ha afectado tanto, que llegamos a creer lo peor de nosotros, solo porque alguien nos dijo la maos mínima cosa. Porque la gente que quiere odiarnos y lastimarnos carece tanto de compasión que cree que la única manera de llenar los vacíos de sus corazones, es creando vacíos en los de los demás. Cada vez que pienso en esto me pregunto qué caso tiene la cantidad de esfuerzo que ponga, qué caso tiene mi realidad si al final nadie está de acuerdo. Y hace poco encontré la respuesta. Lo sigo haciendo, porque me di cuenta de que tengo que seguir luchando, luchar porque no quiero estar encerrada por los límites del mundo, quiero ser libre y no me rendiré. No dejare que el mundo nos quite nuestras oportunidades de ser momentáneamente felices, al menos. Desde ahora, todo va a cambiar...