La historia narra el día a día de dos ratones, Fisgón y Escurridizo, y dos liliputienses, Kif y Kof. Los cuatro protagonistas pasan sus días corriendo por los pasillos de un laberinto en busca de queso, alimento del que dependen para nutrirse y ser felices. En un momento determinado, encuentran una habitación repleta de queso, por lo que deciden acudir a ella diariamente y alimentarse allí. Pero, como todo, el queso también se acaba.
¿Qué hacen los cuatro personajes cuando esto sucede? Mientras Fisgón y Escurridizo no dudan ni un segundo y salen a la búsqueda de más queso en cualquier otro rincón, Kif y Kof, se bloquean y niegan lo evidente deseando que un día vuelva a aparecer en aquel mismo lugar. Algo que nunca sucederá y que acabará frustrando a los liliputienses.
Tras una larga etapa de desencanto, acaban comprendiendo que deben cambiar de actitud y salir a buscarlo a otro lugar. Finalmente, lo hallan en otra habitación en la que se encuentran con Fisgón y Escurridizo. Estos últimos ya llevan tiempo allí, tranquilos y felices comiendo su queso.