Anastasia regresa después de dos años a Londres. Las cosas, por supuesto, no son ni remotamente parecidas a lo que eran antes de marcharse. Las cosas en la central han cambiado, y está luchando consigo misma por no toparse con el más grande fantasma de su pasado. El comandante y dueño de la industria de armas más importante de todo Inglaterra sólo quiere respuestas, y para la fortuna o desgracia de Anastasia ella es la única que puede saciarlas, al menos en su gran mayoría.