Manolo era un príncipe que no tenía modales; para enseñarle a comportarse, una bruja decide convertirle en un dragón, y así que aprendiese a ser buena persona. No se volverá a convertir en humano hasta que una princesa llamada Filomena emprende un viaje para realizar una misión, que cambiará el destino de ambos. Y, ¿por qué ahora?, y no antes. -le contestó Filomena. - Porque ahora me he dado cuenta lo mala persona que he sido, estar solo por muchos años te da tiempo suficiente para pensar. - Y, ¿por qué conmigo y no con el resto de personas que han subido aquí? - Porque tú has sido la única que realmente ha dudado en si había sido buena idea subir y hacer la misión. -respondió el dragón. - ¿Cómo lo sabes? - preguntó Filomena. - Leo mentes, poderes de dragón. -respondió el dragón.