En un lugar donde El robador de almas se vuelve ángel, donde esta el reino del desterrado.
El imperio del los vampiros se a convertido en ruinas lejanas, cerca del lago
oscuro, donde las almas rondan sin lugar donde ir, donde el sol jamás saldrá,
nunca mas.
Danielle ama los desfiles el amor y la lujuria condenada a vivir como mujer sin
alma- Frank muéstrame el camino mi cuerpo se pudre y duele, ¿Por qué no me das
un beso de despedida?
El desfile se aproxima, cada vez se escucha mas cerca los ruidos de los
tambores, desde allí, a lo lejos se ven los coches fúnebres pasar, cada uno
contiene un cajón con cadáveres.
De apoco las banderas negras se hacen ver, moviéndose con el viento a su favor,
despacio con tal silencio sepulcral.
Los caballos y jinetes toman el primer
lugar del desfile. Si haces silencio puedes escuchar la herradura de los
caballos, sabes que ya se acerca el desfile, el desfile de los muertos.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.