-¿Cambiaste tu barco por mí?-. Preguntó la rubia, conectando su mirada verdosa con la azul de él. Ambos corazones latiendo fuertemente. El chico tragó saliva, asintiendo levemente con la cabeza, tan suavemente que casi no se pudo percibir.
-Sí-. Susurró finalmente, mirando fijamente los ojos de Emma Swan, quien no dudó en regalarle una pequeña sonrisa, llena de agradecimiento y sentimientos que aún trataba de ahuyentar. Se inclinó hacia él, acercándose a su rostro cada vez más, la mano de Killian Jones ascendiendo hasta su mejilla, dejando una pequeña caricia con el pulgar. Rozó sus labios con los de él, cada vez más cerca. Tres segundos pasaron, mirándolo directamente a los ojos, sintiendo todo tipo de sensaciones en su interior. Y lo besó.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.