A Pamela se le había enfermado el marido. Por lo que _______ sabía, era bastante grave. Cáncer de hígado... la gente decía que se podía morir de eso. Lo peor no era que el marido de Pamela, la aburrida profesora de música, se estuviera a punto de morir. Sino que había mandado a un sustituto. ¿Y qué hay peor que un sustituto? Nada. Porque si los profesores ya son unos desgraciados, los sustitutos, son unos desgraciados multiplicado por dos. ¿A quién le gusta sustituir a un profesor ausente? ______ Niega con la cabeza. Sentada en el pupitre, como todos sus compañeros de tercero B, espera la llegada de ese profesor, que se lo imagina, bajito, gordo, con entradas. Y arrogante. Pero lo que no sabe, es que los profesores no son tan desgraciados. No cuando llevan el nombre de Park Chanyeol. El mismo Park Chanyeol que le enseñará, no el arte de la música.
Sino el de amar.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?