Él siempre había amado la noche. Sus pasatiempos favoritos - la bebida, los juegos de azar y la compañía de bellas mujeres- que transcurrían preferiblemente durante las horas nocturnas. Los mejores momentos de su vida los había pasado en salones débilmente iluminados, garitos humeantes, o en dormitorios iluminados por la suave luz de las velas. Pero eso había sido mucho tiempo atrás...