"Querida Sofía, tu pasado no deja de sorprenderme y créeme, si llegara a salir a la luz no dejaría indiferente a nadie. Sé sincera, ¿cuantos secretos crees que podrás guardar? Atentamente, X" Me quedé absorta contemplando y asimilando la nota por unos segundos. Luego, presa por un frenesí incontenible, la destrocé. No fui muy sutil, pues las gruesas cejas de mi acompañante se fijaron en el movimiento. - ¿Pasa algo, cariño? - Sus profundos ojos me miraron esperando una respuesta. Acababa de leer una nota con la amenaza implícita de hundirme disfrazada en el ramo de rosas más bello que había visto, en el estudio donde trabajaba con el ojiazul que me ponía los pelos de punta. Claro que no pasaba nada, pensé mientras una sonrisa irónica se dibujaba en mi rostro, claro que no.