Si tan solo no las hubiese dejado ir, nada de ésto habría sucedido. Su partida ocasionó un efecto dominó en mi vida, todo caía por su propio peso, me había quedado solo al cuidado de nuestra pequeña, y ahora, había desaparecido. O eso parecía. Un infinito laberinto de secretos te espera al leer Recuerdos Vacíos.