Entre Allison y Niall había dos simples reglas. Uno: es solo un juego, solo sexo, no nos vamos a casar y dos: prohibido involucrar sentimientos, para el solo eran dos mejores amigos disfrutando, dándose placer. Pero para ella todo era muy diferente, para Allison era el hombre de su vida, era tanto el amor que le tenía que estuvo dispuesta a entregarle lo más preciado, su virginidad, y así lo hizo. Su primera vez la tuvo con Niall, y no se arrepentía de aquello. Claro estaba que Niall no sabía que Allison lo quería más que a su propia vida, pues jamás se lo había dicho ni demostrado.