Angustiada nuevamente recurro a la escritura, que lean, que me piensen, que me hagan eco y me consuman, que me vuelvan un recuerdo distorsionado de una historia jamás contada. Recopilatorio de pensamientos de cuarentena ordenados en lo que consideré un manual desprovisto de sentido de alguien que no pude hablar o que no es capaz de hacerlo. Francamente soy yo, en mis momentos más oscuros. Es un descargo, una crítica, un recuerdo, una confesión de quienes forman o no parte de mi vida. Un romántico estímulo que me ayuda a respirar y que esta noche me acompaña sola a dormir.