No creía en las leyendas, en realidad me parecían absurdas; vivía mi día a día de una forma monótona y casi aburrida para cualquiera que lo viera, pero para mi el caminar por las afueras de mi aldea me daba cierta paz, paz que fue arrebatada el día en que lo conocí. Queda totalmente prohibida toda copia y/o adaptación sobre esta historia.