Annika Pierre vive atrapada en sus pesadillas de su adolescencia llevándola a mantener un perfil bajo cuando se trata de chicos. Es el tipo de chica que lo tiene todo al ser hija de un empresario millonario. Cuando Annika llega a su último año de instituto, en su primer día de clases, su mirada se cruza con la de un perfecto desconocido que hará que su mundo de un giro inesperado. Daniel Gardner es el tipo de chico que atrae a todas las chicas. Está bueno, tiene dinero y es un completo mujeriego. Justo lo que Annika ha estado evitando estos últimos años. Annika y Daniel son muy distintos, pero a la vez muy parecidos. Ambos esconden grandes secretos que no quieren que nadie sepa, pero a medida de que se van revelando, las cosas comienzan a tener sentido. Tanto así que comienzan a acercarse más, olvidándose de sus diferencias para comenzarse a enamorar.