El año iba a ser difícil.
Debí tenerlo por seguro desde que en año nuevo, el bonito vestido blanco que llevaba fue manchado con vino justo a la medianoche. Claramente era un pésimo augurio.
¿Pero todo era tan malo como se suponía que era? Encontré a las personas más amables y pacientes del mundo, aquellas quienes me mostraron lo que se sentía el reconforte, el amor.
Luego el secreto se descubrió y su naturaleza peligrosa se me hizo conocida. Poniendo en duda todo lo que conocía de ello, del mundo.
Soy Camila Ferrero y realmente te pregunto. ¿En serio todo puede ser tan malo como parece?