• Del odio al amor no hay un paso, sino muchas locuras • Si te despiertas una mañana con un dolor de cabeza espantoso, un pedrusco encajado en el dedo y tu peor enemigo durmiendo a tu lado, entonces preferirías volver a dormirte y, si hace falta, tener cientos de pesadillas. Sin embargo, no puedes darle la espalda a los problemas, solo puedes dejarte llevar y vivir conflictos de lo más escandalosos, bochornosos, irónicos y divertidos junto a tu nuevo maridito.