¿Se preguntarán quién soy? Generalmente, los débiles corderos me ven como un lobo desalmado. No es mi culpa, que ellos sean tan frágiles, desesperados y esperanzados....No tengo la culpa que sus descuidadas acciones me inviten a jugar con ellos... No tengo la culpa de que el mundo se rija por la supervivencia del más apto... Se preguntarán, ¿Qué les puedo revelar de mi? Lo único que sabrán es que algunos me conocen como Drake, otros me conocen como Leonard, pero verdaderamente no tengo un nombre ni pasado fijo.