Sobrevivir para un omega nunca es fácil, y un ex mercenario como él está muy al tanto de eso. En uno de sus varios errores con olor a éxito terminó atrapado en una mansión en un ciclo de sufrimiento y lo más importante ¡Sin un centavo en el bolsillo! Lo último en lo que pensaría tener de que preocuparse en su situación actual era en buscar una pareja, sin embargo ahí está, envuelto entre cadenas que atan su destino. O quizá las que se impuso a si mismo. La vida es una perra maldita y está a punto de poner su existencia de cabeza. ¿Quién creería que un par de sonrisas le iban a traer tantos problemas?
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