Mi madre siempre pensó, que me enamoraría y formaría una familia. Junto a un hombre amoroso y dedicado, con unos hermosos y traviesos niños. Pero luego sus pensamientos se hicieron añicos, cuando me vio besando a mi mejor amiga, tenía trece años. Pensé que me odiaría y me mandaría lejos, por algún internado, en solo "Dios" sabe donde. Aunque no fue así, ella me comprendió y con él tiempo, respeto mi sexualidad. Entonces, sus planes cambiaron un poco. Al final me enamoraría de una mujer y solo quizá, tendríamos hijos. Como diría mi abuela "Dios, tenía otros planes para mi" aunque yo no creo en Dios, ni en todo aquel palabrerío. Pero si lo pienso, tampoco creí que me enamoraría de ella. De una mujer que dedica su vida, para servir a Dios. Lauren Jauregui.