Muros, tan fáciles de construir y tan difíciles de quebrantar. Puestos en su lugar evitan que algo pueda atravesar. Aíslan, alejan, retienen. Edan ha construido muros inquebrantables a su alrededor para que nadie sea capaz de acercarse más de lo que él quiere. Vive sumido en su mundo, sin importarle nada ni nadie más a su alrededor y es algo que con solo verlo cualquiera notaria. Pero, nadie es quién es sin que las circunstancias lo moldeen. Cuando Edan llega a Bricht, los acercamientos no paran entre él y Camile, una chica dulce y gentil que irá sacando poco a poco su verdadero ser gracias a Edan. Aunque para ella sea molesto su comportamiento frío, inexpresivo y poco importa, eso es justo lo que la atraerá sin darse cuenta haciéndola sacar su lado atrevido y llevándola al límite. Fuego, atrevimiento, deseo, secretos y problemas es lo que se les avecina. ¿Las casualidades existen? Eso está por verse. Ambos llegan a la vida del otro para cambiarlo todo...