He vivido en el olvido de quién aún está presente y debo reconocer que es de las peores formas de morir que existen. También me he vuelto eterna en quienes desde lo efímero me han regresado a la vida y no he encontrado religión más preciosa que esa que te permite reencarnar en quienes también han estado muertos. Pero es que contigo mi amor; contigo es otra historia, otra vida; una llena de risas que escondidas en suspiros acaban en gemidos; una donde la muerte ya no viene sola y no viene por mí; ahora se disfraza de fiesta y me pide que la enseñe a bailar...