La vida de Arizona dio un giro de 360 grados, el día en que sus papás tomaron una decisión sin consultárselo. Decidieron que lo mejor era enviarla a una facultad en donde no conocía a nadie, para ellos mudarse a otro país por trabajo. En vez de llevarla con ellos.
Aunque claro, nada nos asegura que realmente sea por trabajo, y que no le están ocultando algo...
En esa facultad conoce a los hermanos E, los chicos más populares en el colegio por ser sobrinos del director, ella no contaba con que el atractivo de aquellos chicos, y su forma coqueta de ser, la harían sentir tan cómoda estando lejos de su familia.
El problema es que, cuando conoce al E mayor, todo cambia, se interesa en él. Y eso no le trae nada bueno.
Edward ha sufrido mucho, y Arizona al darse cuenta de eso, busca la manera de querer ayudarlo, de estar cerca de él... Claro que no se imaginaba para nada, por todo lo que él había pasado, y lo difícil y doloroso que sería estar cerca de él.
A Edward le habían destrozado el corazón.
Y Arizona nunca se había enamorado.
Hasta que apareció él, y lo cambió todo.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.