Cuando te vuelves muy cercano a alguien y sientes que tienes la suficiente confianza de mostrarte tal cual eres, a veces ni te das cuenta de cuándo dejas el disfraz que te gusta lucir frente a todos. Dicen que no hay que guiarse por la primera impresión. Yo creo que es cierto. Porque cada quien es lo suficientemente astuto para elegir la primera impresión que quiere dar, y mantener una personalidad que se viste todos los días como una máscara y que la puedes cambiar con cada ser que conozcas, pero que debes quitártela de vez en cuando para evitar que te asfixie. Llega un momento en donde conoces tanto a una persona que ya sabes a qué se refieren cada una de sus acciones. "Darle confianza a alguien es darle poder para destruirte." Esa es mi jugada más fuerte, y sé que también la tuya. Por traicionarme, por dejar este amargo sentimiento en mí, por convertirme en tu capricho... veamos quién gana.
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