"¡No es mi culpa!" Exclamó con un gritó ahogado mientras tomaba el cuello de mi sueter y lo apretaba con unas manos temblorosas.
Mire sus ojos llenos de lagrimas a punto de caer. Se estaba conteniendo su enojo e ira contra mi, todo este tiempo había sido tan difícil, sin embargo yo no podía hacer nada al respecto, no podía decirle que todo estaría bien por que no lo estaría, y me sentía la persona mas horrible de todo el universo por haber permitido llegar hasta ese punto.
"Se que esto será difícil al principio, pero debes ser fuerte, debemos serlo, solamente asi podremos estar juntos"
Haruto comenzó a reir frenéticamente mientras aplaudía como loco y musitaba palabras no entendibles.
"Claro, siempre ese fue tú plan, ahora comprendo todo..." Me miró con tal intensidad que quise salir corriendo del lugar.
Haruto se alejo de mi, con intensiones de salir de la oficina del piso 6, aquella que se había vuelto su punto de reunión desde meses atrás.
"No, no es asi, Haruto tú sabes que yo te am-..."
El pelinegro se acerco a paso rapido hacia mi, haciendo que no terminara de formular mi oración y dejando detrás la distancia que antes nos separaba para después como un demente tomarme de la cintura y pegarme hacia su cuerpo el cual temblaba por el coraje y el deseo del momento.
"¡Callate! ¡No te he permitido decirlo aún!"
Su aliento a menta chocaba contra mis labios, como un loco acaricio mi espalda y cerro sus ojos cuando su frente se pego a la mía, su ira se había ido por un momento.
Mi corazón se agitó al sentir su respiración contra mi piel, pude sentir la calidez de su aliento chocar contra mi oido.
"Kim Junkyu, ¿Qué me has hecho? No puedo estar lejos de ti. Te necesito cada minuto, cada segundo, creo que..."
"Soy adicto a ti."
[En esta historia, Haruto es mayor de edad, no lo tomen como real, es ficción♡]All Rights Reserved