¡Pudiste haberlo dicho!

-Entonces... ¿quieres ir a bailar?- preguntó cambiando drásticamente el tema.

-No, no quiero gracias- respondí.

-¡Anda!, te vi hace unos momentos bailar, así que no digas que no te gusta.-

No hay manera de liberarme de esto. Me puse a pensar en alguna buena excusa, pero nada venía a mi mente, no quiero bailar con él, trató de estar lo más alejada de él, pero me es imposible.

-¿Entonces?- preguntó Kevin, al no tener respuesta mía.

Vamos Isabell, piensa en algo.

-Bailo contigo; sí, aquel chico de aya me invita primero- señale a un chico rubio, que estaba a unos pasos de nosotros, nunca me invitaría, así que, lo pensé bien.

Él lo pensó por un momento, genial -De acuerdo- comenzó a caminar lejos de mí, que bien, se dio por vencido.

Suspire de alivio, pero empecé a preocuparme cuando se acercó al rubio, no, no puede ser tan malo, ¿o si?, ¿porqué me están viendo ahora?, ¿porqué caminan los dos hacia mí?, ¿qué puedo hacer para alejarme de él?