Shuka sentía su corazón romperse poco a poco mientras miraba fijamente la escena frente a sus ojos. Nunca pensó que Anju seria capaz de hacer algo como eso. Ahora era turno de sanarse y curarse por si sola de todo el daño. Ya no era la misma adolescente de 18 años que se enamoro perdidamente. Ahora ella había crecido, comenzado a vivir nuevamente.All Rights Reserved
1 part