El egoísmo fue el ingrediente principal para acabar con la magia de un futuro juntos.
Leorio había pensado que por fin estarían juntos, que sus vidas finalmente estarían entrelazadas y Kurapika simplemente no podía dejar ir las cosas, construir una "felicidad" por encima de la desgracia de su tribu, era algo inaceptable.
-¡Espere por ti, en el maldito altar por más de una hora Kurapika!. ¡Aún cuando la maldita lluvia se manifestó y sólo quedaba yo ahí! -Soltó Leorio, furioso, herido, marcando entre los dos un rastro de lágrimas que ni la lluvia podía borrar.
Ambos son náufragos, heridos por sus propios sentimientos.
𝐷𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑅𝑎𝑓𝑒 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑜𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑢 𝑖𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑜𝑙𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑐𝑖ó𝑛, 𝐵𝑟𝑜𝑜𝑘𝑒. ¿𝐸𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚𝑎? 𝐸𝑙𝑙𝑎 𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑢 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎.
"El chico puede tomar a la hermana como objeto de amor en sustitución de la madre, infiel"; "Una niñita encuentra en el hermano mayor un sustituto del padre, quien ya no se ocupa de ella con la ternura de los primeros años"
‐ Freud.