Los kwamis tienen experiencias, relatos y buenas memorias de los momentos vividos con sus antiguos maestros, ellos siempre observando como envejecen mientras el cruel tiempo pasa llevándolos al lecho de la muerte.
Los Kwamis tienen secretos y memorias que atesoran en silencio, los guardianes tienen secretos y tristes destinos ocultos debido a su deber.
Pero, ¿Que pasaría si los portadores también tuvieran sus propios secretos?
Sí alguien mencionara que el primer encuentro de Marinette y Adrien en realidad era un reencuentro, entonces, ¿Que clase de misterio creen que ocultan?
Ningún guardian por mucho conocimiento que tenga es conciente de los misterios que envuelven a los portadores.
Ningún kwami por muy antiguo que sea, es capaz de recordar el rostro de sus antiguos portadores, ni que decir de los primeros; ¿Es eso por el tiempo pasado? o por el contrario, ¿Es debido a las acciones y la magia de algo más?
Es precisamente esto lo que pronto tendrán que descubrir Plagg y Tiki mientras que Marinette y Adrien tendrán que lidiar con su pasado intentando acoplarlo a su presente para comprender que será de su futuro.
Disclamer:
La mayoría de personajes en esta historia no son míos, derechos y crédito de estos a su respectivo autor, Thomas Astruc.
La historia es 100% mía.
La hermosa imagen de portada tampoco la hice yo, derechos a su respectivo autor.
Lo mismo sucede con las imágenes que vaya a usar en los capítulos de la historia, derechos a sus respectivos autores.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.