Luego de que aquella persona llegase a su zona, nada volvió a ser normal para Emma. Incluso llegó a pensar que lo encontraría, de ser posible, hasta en la sopa. Emma era una de esas chicas que no le vale demasiado cuán encantador sea un hombre, o cuánto bulto se le hiciese en el pantalón. Se dedicaba a lo suyo. ¿Estaría dispuesta a dejar de hacerlo?. ¿Se fijaría en aquel hombre tan encantador, pero a la vez, tan arrogante, que acababa de llegar a su ciudad? ¡Descubrámoslo juntos! Esta historia fue escrita para el desafío №5 de historias cortas. Las palabras han tenido un límite básico. Hermosa portada gracias a: @MariaCams27 de @Editorial_Submarino