Me ha llevado tiempo, pero al fin he conseguido estabilidad emocional y económica. Mis amigos se transformaron en mi familia, Julia es mi cable a tierra, la que me consuela en esos días que no puedo dormir y su novio Leandro, se convirtió tan rápidamente en parte de mi vida que no me había dado cuenta. Y, claro, de la mano de Leo vino su amigo Ulises, que aún no termina de caerme bien. Todo estaba en un equilibrio casi perfecto, hasta que el anuncio de Julia y Leo inclinó la balanza para un solo lado y todas las piezas se cayeron.