Tom tenía esa alma e inocencia de niño, le encantaba explorar aquel lejano bosque y verse reflejado en el agua del río. Pero, esa noche ocurrió algo distinto: el cielo le habló. El mensaje fue confuso para él, pero con el paso de los años se daría cuenta de que significaba la clave de todo en la vida. Y serían unas palabras constantes. Un regalo de la vida.