32 parts Ongoing Taehyung regresó de Londres con la mirada perdida, como quien arrastra consigo las sombras de un pasado reciente, las cuales parecían no querer soltarlo. El vuelo había sido largo, pero no tan agobiante como las horas que le esperaban a su regreso, ni tan pesadas como las memorias que se desbordaban en su mente. Al llegar a la puerta de su hogar, la última imagen que guardaba del mundo británico se desvaneció en el umbral, como si jamás hubiera existido.
Min Yoongi lo esperaba. No era un reencuentro cálido ni lleno de palabras, sino uno tenso, cargado con el peso de lo que estaba por decirse. Y así, sin preámbulos, las palabras cayeron sobre Taehyung como una fría sentencia. "Park Jungkook salió de la cárcel y viene tras ti", dijo Yoongi, y el mundo de Taehyung, con su inmutable serenidad, se desplomó a sus pies. En ese instante, todo lo que había conocido como su vida comenzó a desmoronarse.
El hospital no tardó en recibirlo. El dolor, ese monstruo invisible que se había gestado en su pecho, finalmente emergió. Pero, entre las gotas de sudor y los susurros de la enfermera, algo más comenzó a pesar sobre él: un aroma. Un olor profundo, envolvente, que lo perseguía con la intensidad de un recuerdo no deseado. El vino. Aquella bebida, que alguna vez había sido su preferida, ahora era un enemigo.
Porque Park Jungkook, el hombre que se había desvanecido en su vida, el hombre que había sido su caída y su perdón, ahora lo seguía con ese mismo aroma que lo definía. Vino. Y Taehyung lo odiaba, aunque no podía evitar que su esencia lo invadiera, porque el vino no solo olía a una bebida que amaba, sino también a los fragmentos rotos de un pasado compartido, a las promesas quebradas y a los silencios que aún vivían entre ellos.
Y en algún rincón de su alma, Taehyung lo sabía: Jungkook venía por él.
•Se prohíben estrictamente la copia parcial y/o total de la novela así como también las adaptaciones.
•Todos los derechos reserva