
Todos tenían claro que nadie podía ser superior a otra persona, aunque se podían hacer algunas excepciones, podría ser capacidad mental o física, por ello la gente caminaba con el ego en alto creyendo que cada palabra y cosa que hacían estaba bien, sin embargo había alguien en particular que podía claramente ser llamado un dios, los que habían tenido el honor de poder cruzar algunas palabras juraban que dentro de ese chico se encontraba el mismísimo Apocalipsis.All Rights Reserved