¡Quiero mi estúpido romance!

Ella solo quería vivir una cursi y tonta historia de romance, así como sus libros, series y películas le enseñaron, pero está muy lejos de ser la protagonista de una historia así.

De un día para otro, una solterona de 28 años sin ninguna experiencia en el amor se casa. Sus padres para salir de la pobreza y poder operar a su hermana menor la ofrecen en matrimonio al hijo de un rico empresario lleno de rumores de aventuras.

Elmeth Siraconz necesita la aprobación de la mesa de directivos de la compañía de su padre. Un grupo de ancianos que creen rotundamente que un buen hombre debe tener una buena esposa. Pero Elmeth está muy lejos de encontrar a una mujer así en su entorno de clase alta lleno de superficiales, o eso dicen sus padres.

Así que, en contra de su voluntad, termina en el altar sosteniendo las manos heridas de una joven a la cual no quiere levantarle el velo para ver la mitad de su rostro con un muy mal trasplante de piel.

A Grehan le queda un largo camino por recorrer.