Sofía había empezado la universidad ya hace 2 meses. Estaba lista con empezar su carrera, lista con afrontar amanecidas y malas rachas. Lista para las borracheras después de parciales y lista para festejar sus buenas notas de cada curso de carrera. Con lo que no estaba lista era afrontar al amor juvenil. Y si queremos ser específicos, al guapo chico de ojos verdes y sonrisa bonita, Harry Thomas.