En un viaje a Nápoles junto a su mejor amiga, Eileen Dávalos fue secuestrada y puesta en venta frente a varios de los hombres más ricos del mundo.
Seiscientos mil euros fue el precio que le pusieron a su libertad.
Su comprador, Arnaldo Salvatore, la entregó como regalo a su único sobrino: Dean Wray, un hombre tan atractivo como letal y el heredero de la mafia siciliana, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Egocéntrico, despiadado y vengativo. No se detendría hasta dar caza al asesino de su familia. A un paso de lograrlo, la ESAF se interpuso en sus planes. Una urgencia imprevista requirió un plan imprevisto. Eso era lo que la chica debía significar para él.
Eileen debería odiar todo lo relacionado con ese mundo, no enamorarse del hombre que lo manejaba.
«Si quieres ser libre, primero debes ser mía.»