La jerarquía se alzaba sobre vuestras cabezas como grandes auras de nobleza y finura pero no eran más que simples títulos y habilidades dadas a su suerte con personas que tenían suerte. Nuestro relató empieza en las templadas tierras de Lyndbladia, fauces de humanos apartados de toda la civilización no mortal. Feyre vivía en la miseria de ser una sombra, como una fugitiva de la familia real tenía bastante cola que pisarle, sus supuestos crímenes contra la corona le habían sentenciado a una muerte definitiva. Un precio alto por su cabeza. Territorios que costaban más que diamantes en bruto. Esto y más la condenaba de por vida.